domingo, 10 de octubre de 2010

PERDIDAS POR LOS BONISTAS

Bonistas pierden $71.000 millones por la manipulación de los índices del Indec

Con la reducción del índice de precios, baja la deuda pública del país, pero los tenedores de bonos ajustables al CER dejaron de cobrar millones y peligra la posibilidad de financiamiento.
15.07.2009 08:32:00
La continuidad del polémico secretario de Comercio, Guillermo Moreno, en su cargo, preocupa a los inversores. Sobre todo a los que tienen bajo su dominio bonos ajustables al CER. Es que desde que el funcionario kirchnerista intervino el Indec, la fantasía estadística que despliega el INDEC mes a mes -cuando publica el IPC oficial- tiene un costo muy alto. Según cálculos del diario El Cronista, pierden $ 71.330 millones.

Eso es lo que los ahorristas en bonos públicos que ajustan por CER no pudieron cobrar desde 2007 (cuando comenzó la manipulación) hasta la actualidad debido a la subestimación de la inflación. Desde otra óptica, el Gobierno se “ahorra” de pagar ese monto por la deuda.

Si bien no hay números oficiales acerca del stock de deuda pública en 2009 (el último dato es al cuarto trimestre de 2008), la consultora Ecolatina calculó para este diario el recorrido del “ahorro” oficial. El stock de deuda ajustable por la inflación subestimada (oficial) llega a u$s 43.000 millones (descontando parte de los préstamos garantizados que el Gobierno canjeó a inicios de este año), mientras que el mismo guarismo ajustándolo por el IPC que elabora Ecolatina asciende a u$s 60.000 millones.

Esa diferencia, de u$s 17.000 millones equivalen a $ 64.200 millones. Eso es lo que los inversores pierden sólo por la no actualización del stock mediante una tasa de inflación verdadera.

A ese monto hay que agregarle la pérdida por los flujos que dejan de percibir, los cuales trepan a $ 7.131 millones. Así, la cuenta total (o sea lo que efectivamente desaparece de los bolsillos de los tenedores de bonos argentinos) asciende a

$ 71.331 millones por la manipulación de la inflación K. Claro que el canje de PGs alivió la pérdida para los ahorristas, ya que esa parte de los pasivos –que se actualizaban por CER– fue cambiado por nuevos buenos atados a la tasa Badlar (la que se paga para depósitos superiores a $ 1 millón).

Desde un importante banco de Wall Street, incluso, dicen que el ahorro forzado que le aplicó el Gobierno a los bonistas equivale a 6 puntos del Producto Bruto Interno (PBI). O sea, la administración de Néstor (antes) y Cristina (ahora) se apropiaron de tremenda suma a costa del inversor.

Claro que a esta altura la pérdida para los ahorristas no es lineal. Aquellos que compran bonos hoy están cubiertos del dibujo del INDEC. Como el ajuste por inflación está subestimado, los inversores demandan que el precio del activo sea menor (por ende la tasa de retorno más alta) y así compensar lo que no reciben por la actualización oficial. Siempre los mercados terminaron “cobrándose” de alguna manera los dislates oficiales. Esto también explica porqué el Gobierno no puede emitir deuda voluntaria en el mercado.

En medio de todo esto, ayer los títulos públicos cayeron hasta 3%. No por el IPC de junio (que se descontaba que fuera menor al real), sino por la falta de certidumbre en el rumbo económico. De hecho, el riesgo país (toma solo bonos en dólares) cayó 2,54% hasta los 1.112 puntos básicos, sólo superado por el defaulteador Ecuador y la Venezuela de Hugo Chávez. Desde Capital Markets dicen que “los títulos tienden a corregir, reflejo de las diferentes versiones que comenzaron a circular sobre las nuevas políticas a adoptar, y luego ante la realidad de cambios en el Gabinete cuyo efecto real sobre las políticas de gobierno no ofrecerían cambios de fondo”. Para Capital Markets, los títulos más atractivos son los bonos cortos en dólares como el Boden 12, mientras que como alternativa con alto rendimiento corriente, es interesante el Boden 15. En cuanto a los títulos en pesos, mencionan al PRO12 y al Bogar 2018.

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