domingo, 3 de octubre de 2010

EFECTOS DE LA NUEVA LEY

Ley de medios

28/09/2010.-La ley de medios trae cambios La ley de medios fue fuertemente criticada, en la zona, incluso quienes podrían beneficiarse con la ley han salido al cruce, talvez por no conocerla, inclusive un referente político expreso en un medio radial "no conozco mucho del tema pero viniendo de este gobierno seguro no es buena". El desconocimiento de la ley de medios no permite ver muchos de los cambios que trae aparejado esta ley, principalmente para los productores y autores independientes, como así también para las radios y televisión por cable. En el caso del cable operador de la zona, deberá cambiar la grilla a partir del 1 de octubre, esto se produce porque la Red Intercable, que nuclea a 225 cables operadores de todo el país, entre ellos Cosmovisión, suscribió al acta correspondiente para el reordenamiento de la grilla. El restante servicio de televisión paga en la comarca, Directv, también cambiara su grilla de acuerdo a lo estipulado en la ley de medios. Otros de los cambios que afecta al cable es que solo se podrán insertar publicidades en el canal de producción propia. En el caso de las radios deberán tener como mínimo un 50 por ciento de producción local, y el aspecto más revolucionario es que la emisión de un 50 por ciento de la música debe ser producida en forma independiente, beneficiando de esta forma a los nuevos músicos que no han conseguido contrato con disqueras. En la región del valle medio se abre una nueva posibilidad para más de una decena de artistas con material propio que nunca tuvieron la oportunidad de que se difundan sus trabajos en muchas de las radios de la región. Los cambios de la ley de medios fueron resumidos y explicados en el análisis de Emanuel Respighi, publicado por Pagina12, donde Respighi manifiesta que más allá de las últimas discusiones y recursos legales sobre los últimos aspectos a limar, la plena vigencia de la ley ya comenzó a introducir cambios. Un análisis en profundidad de lo que sucederá en los próximos meses en la TV abierta, el cable y la radio. El nuevo modelo televisivo y radial ya se puso en marcha y por estos días se comenzaron a ver los primeros cambios que los licenciatarios empezaron a implementar. Se trata de modificaciones para adaptarse a la ley que, por el momento, se refieren a cuestiones formales. Las relacionadas a los contenidos están por venir. No está mal, entonces, plantear los cambios que la TV y la radio deberán llevar adelante para adecuarse a la tan debatida y politizada Ley 26.522, pero tan poco analizada en relación con cómo circularán los contenidos audiovisuales una vez que la aplicación de la norma sea plena. La próxima novedad es el reordenamiento de la grilla en los servicios de TV paga, que entrará en vigencia desde el próximo viernes 1 de octubre. Según estipuló la Autoridad Federal de servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), los operadores deberán ajustar las señales de forma tal que "todas aquellas que correspondan al mismo rubro de programación se encuentren ubicadas en forma correlativa". Luego de los canales de noticias nacionales y las emisoras abiertas nacionales y locales, los operadores deberán programar a partir de la frecuencia 15 las señales deportivas; luego las infantiles comenzando por Paka Paka; más atrás las periodísticas internacionales, con Telesur a la cabeza; y las restantes señales agrupadas por género. Más allá de estas formalidades, las mayores transformaciones del mapa televisivo se refieren al origen y al tipo de producción de los programas en el mediano plazo. Se calcula que en dos años los televidentes notarán sustancialmente una variación de las obras audiovisuales ofrecidas. La regulación de los contenidos que prevé la ley modifica la circulación de bienes culturales-informativos por la TV, fijando cuotas de pantalla que buscan pluralizar la oferta e incrementar las producciones locales, regionales y nacionales, propias y de terceros. En la TV de la nueva década, los productores independientes más pequeños tendrán una puerta de acceso más sencilla para insertar sus programas en la pantalla chica. Donde más se sentirá el cambio es en el interior del país, donde los canales locales ya no podrán abastecerse casi full time de la programación de Telefe y El Trece y se verán en la necesidad de aumentar la producción propia y la independiente local. La nueva legislación, en su artículo 65, estipula que los cinco canales de TV abierta actuales deberán programar un mínimo del 60 por ciento de producción nacional, un piso de 30 por ciento de producción propia que incluya informativos y por lo menos un 30 por ciento de producción local independiente. Las restricciones no se limitan al origen de la producción, sino también al tipo de programas. En este aspecto, la TV abierta contará en el mediano plazo con mayor espacio para la cinematografía nacional y la programación infantil, a la que protege e incentiva a través de la tipificación de cuotas de pantalla. El artículo 67 establece una cuota de pantalla de cine y artes audiovisuales nacionales, que exige que "los canales de TV abierta deberán exhibir en estreno televisivo en sus respectivas áreas de cobertura, y por año calendario, ocho largometrajes nacionales, pudiendo optar por incluir en la misma cantidad hasta tres telefilms nacionales, en ambos casos producidos mayoritariamente por productoras independientes nacionales, cuyos derechos de antena hayan sido adquiridos con anterioridad a la iniciación de rodaje". La cuota de programación infantil, que durante años los canales abiertos habían abandonado y cedido a la TV paga, fijó tres horas diarias de transmisión de material audiovisual específico para niños y niñas, de las cuales la mitad deben ser de producción nacional. Hasta mayo, más del 50 por ciento del tiempo de emisión de infantiles en los canales capitalinos provenía de EE.UU. (desde hace una semana El Trece repuso Piñón Fijo es mi nombre e Hijitus). Las transformaciones en el cable no se reducen a la grilla. Para garantizar el acceso a los servicios de comunicación, la legislación determina a los prestadores de servicios de TV paga disponer de un abono social, cuya oferta de señales y precio estará sujeta a las conclusiones de audiencias públicas y de la Afsca. El paquete de canales del abono social deberá ser ofrecido a todos los prestadores a precio de mercado y en las mismas condiciones en todo el país. Este artículo viene a cuenta de que en muchos lugares del territorio argentino, el cableoperador es el único servicio que existe para mirar TV. Además de que los operadores de TV paga deben incluir los servicios de TV abierta del área de prestación y una señal de producción nacional propia, la ley determina que los operadores deberán incluir en su grilla un mínimo de canales originados en países del Mercosur y/o latinoamericanos con los que el país haya suscripto o suscriba a futuros convenios. Esa cuota mínima de canales de la región aún no fue determinada. La publicidad audiovisual tampoco quedó exenta del marco jurídico. Una vez que se aplique, la reglamentación estipula que todos los avisos deberán ser de producción nacional cuando fueran emitidos por los servicios de radiodifusión abierta o en los canales o señales propias de los servicios por suscripción, o insertas en las señales nacionales. En la TV paga, los operadores sólo podrán insertar publicidad en la señal correspondiente al canal de generación propia. En conjunto con el límite que la ley pone a las redes de radio y TV, puntualizando que la emisora adherida no puede cubrir con esas programaciones de "cabecera" más del 30 por ciento de sus emisiones diarias, el hecho de que los canales y radios del interior deban mantener el ciento por ciento de los derechos de contratación sobre la publicidad en sus espacios hará que los anunciantes más importantes tengan que pautar en medios locales si quieren garantizarse una penetración federal. Incluso, como la otra condición para que los medios transmitan en red es que mantengan un servicio de noticias local y propio en horario central, cae de maduro que toda producción local se emitirá en el horario de mayor audiencia, por lo que se prevé que el prime time capitalino -hoy replicado en todo el país- vea reducido su espacio fuera del área de cobertura. Al enfocar la mirada en la radio, se puede decir que la ley busca sumar artistas y discursos independientes al éter, con preponderancia de la producción de música y contenidos nacionales. Los servicios de radiodifusión sonora, privados y estatales, deberán emitir un mínimo de 70 por ciento de producción nacional, y un mínimo del 50 por ciento de producción propia que incluya noticieros o informativos locales. Pero además impone una cuota de contenidos beneficiosa para la cultura nacional: el 30 por ciento de la música deberá ser de origen nacional, de autores o intérpretes argentinos, cualquiera sea el tipo de música, por cada media jornada de transmisión. La norma explicita que la Afsca podrá eximir de esta obligación a emisoras dedicadas a colectividades extranjeras o a emisoras temáticas. Además se contempla un espacio a los músicos independientes. "Esta cuota de música nacional -agrega el artículo 65- deberá ser repartida proporcionalmente a lo largo de la programación, debiendo asegurar la emisión de un 50 por ciento de música producida en forma independiente donde el autor y/o intérprete ejerza los derechos de comercialización de sus fonogramas mediante la transcripción de los mismos por cualquier sistema de soporte teniendo la libertada absoluta para explotar y comercializar su obra." Si la ley logra implementarse en forma plena, la producción nacional, los productores independientes, el cine y la música nacionales se beneficiarán. La duda pasa por lograr que el camino hacia la pluralidad y diversidad discursiva e informativa sea recorrido con la calidad como bandera.

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