domingo, 3 de octubre de 2010

JUICIOS EN CORDOBA

Juicio Videla y Menéndez / Soledad García: “Se sentían dueños de nosotros”

Juicio Videla y Menéndez / Soledad García: “Se sentían dueños de 
nosotros” Por Esteban Torino | etorino@cbanoticias.net
Fotografías: Facundo Martínez | fmartinez@cbanoticias.net

Día 13
Mañana casi lloviznosa en Córdoba. Así, tras abrirse la trigésima audiencia del juicio que investiga las causas UP1 y Gontero, continuó la ronda de testimonios con la docente Soledad Edelvis García. Esta mujer, ex presa política, era y afirma ser “sindicalista docente”. Además la víctima asestó sobre todo lo vivido, que “físicamente pudieron dañarnos mucho, pero no pudieron cambiar lo que yo quiero para mi sociedad”.
En el momento de los reconocimientos, García recibió un llamado de atención del juez Díaz Gavier ya que arremetió contra  Menéndez diciéndole “Mal llamado General”. Asimismo reconoció a Gómez, de quien dijo: “No tengo relación de amistad ni enemistad, ni odio, tengo deseos de justicia”.  Al famoso “gato” Gómez dijo ubicarlo porque le levantaba la venda de los ojos y dejaba ver su cara porque “yo creo que se sentían dueños de nosotros”, advirtió la docente.
En otro sentido,  comenzó el relato comentando que fue detenida mientras iba manejando su citröen amarillo junto a un compañero, el 9 de marzo de 1976. Así, mencionó que “sin decir agua va, rodean el auto, a los golpes nos secuestran, nos insultan y nos toman”. Además dijo que tras ser reducidos y llevados al D2, “apenas nos preguntan nuestros nombres, fuimos golpeados brutalmente”,  ante lo cual destacó que “de solo recordarlo moviliza, porque era una brutalidad como nos golpeaban, y en busca de cosas incoherentes”.
Pero asimismo, la docente señaló que ser llevada a la UP1, para ella, fue un “alivio”, ya que dijo que de la D2 los recuerdos más terribles fueron los simulacros de fusilamientos y “en la noche salían a buscar gente y se ponían como locos con nosotros”.


Lo cierto de su situación es que no era una más. Un día un hijo de alguien a quien nombró como Antún le advirtió: “Están pasando cosas afuera, están ahí tus compañeritos, si vienen acá vos te vas con ellos, pero apareces en una cunetita con un tirito en la nuca”. Pero asimismo, aquella persona le habría asegurado: “Quedate tranquila, no te va a pasar nada, a vos te van a llevar a otro lado”. Por todo esto se demostraba que pedían por ella. A este relato se sumó el de una alumna secundaria, que reconoció como Marcela Fernández, quien le habría dicho que “había un revuelo bárbaro, que había paros”, frase que al recordarla dejo fluir la emoción de la testigo.
García mencionó una situación puntual, por lo  menos llamativa. Un militar que entraba bastante seguido y a quien habían puesto el mote de “Pepe Dinamita”, le preguntaba: ERP, Montonera, Brigada Roja,  a lo que ella no respondía nada. Hasta que un día le repreguntó por aquella situación y el militar afirmó: “Usted mira a los ojos, y con usted se puede hablar”. Esa  frase desató otra afirmación de la docente, que dijo: “Soy sindicalista docente”.

Las personas y los nombres

Entre las personas y los hechos que Soledad García dice haber visto, se menciona una vez más el estaqueado de Mouzarkel. Pero asimismo nombró a Marta González de Baronetto, a quien estando embarazada calmaba. Este hecho ocasionó que adujera que  las mujeres daban a luz esposadas, y muchas veces hasta vendadas.
Además habló de Tati barberis, una chica de “rulitos”, de quien dijo que “su rostro era muy fresco, muy joven, no debe haber tenido 19 años”. A esta mujer dijo que la sacaron para una fiesta patria “y nunca más volvió”. En esa misma fecha llevaron a Diana Fidelman, que le habría dicho a García: “Me llevan Sole, no vuelvo más”. De ésta última dijo que tenía “un coraje”, y que “le decían de todo por ser judía, tenía la certeza de que la iban a matar”.

Hasta el último momento

Como algunos otros, la docente hacia el año ´80 dejó el país rumbo a España. Pero hasta el último momento dijo que se le acercó alguien en Ezeiza, que de uniforme blanco y diciendo ser del tercer cuerpo de Ejército le advirtió que no tenía que irse del país, que “con esto de la subversión, pagan justos por pecadores”, a lo que ella respondió que “no tenía opción”.
Todo este relato se subsumió en una respuesta  que dio en relación al accionar del terrorismo de estado, ya que dijo: “Nos costó aceptar que era parte de un plan esa manera de actuar”. Al mismo tiempo hizo foco en la cadena de mando, con lo que dice haber oído de boca de un militar: “Nosotros, del general Videla para abajo, todos tenemos que pensar igual”. Y un dato para los lectores memoriosos, ayer fue el cumpleaños Nº85 de aquel tristemente célebre general.
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